viernes, 17 de julio de 2009

Delivery de paternalismo o “controlame y decime tonto”

Dos cosas quedan en la superficie en medio del debate por las medidas en torno a la Gripe A: se evidencia que no hay quiénes controlen y que, además, hay cierta preferencia por el rigor estatal, en lugar de autoprotección. Somos mazoquistas. Cromañón no enseñó nada: no hay inspectores en ningún lado y, si los hay, son pocos y siempre los mismos. Entre la desidia y retardo oficial en aplicar los protocolos, estamos nosotros, las personas. Tenemos una gran cuota de responsabilidad, ya que exigimos que nos den órdenes y nos prohiban cosas, en lugar de actuar por nosotros mismos.

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