miércoles, 5 de agosto de 2009

Las estrategias, vencidas por las ocurrencias

Las palabras pierden fuerza cuando los hechos que definen no se concretan. Algo de eso ha pasado con los “planes estratégicos” en Mendoza que, aunque se pensaron concienzudamente en muchos casos y se diseñaron adecuadamente, con los respaldos suficientes, murieron de inanición a poco de haberse iniciado su ejecución. Es posible que por ello la intuición del funcionario le siga ganando a la capacidad de programación en base a diagnósticos serios. Y también, que la sociedad no apueste –y por lo tanto, tampoco exija- un formateo en esta manía de gobernar con las ocurrencias momentáneas, intereses sectoriales o desafíos personalísimos.

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